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jueves, 4 de agosto de 2016

Janna vive en Gaza, tiene diez años y es las reportera de guerra más joven del mundo 

En Gaza, la situación es tremendamente complicada aunque no todos los días nos lleguen noticias desde allí, por eso ella se ha animado a coger su cámara y grabar lo que vive porque dice que faltan periodistas para contar cómo viven los niños en su ciudad.
Ella se llama Janna, ahora tiene diez años y es la reportera de guerra más joven del mundo. Lleva desde los siete años siendo los ojos de Gaza en el exterior porque vemos lo que vive a través de su cámara, a través de sus ojos, los de una niña que no juega a ser periodista, que es periodista.
Janna tenía siete años cuando mataron a su tío Rushdie Tamimi justo delante de ella. Como otros miembros de su familia, vecinos y amigos participó en las manifestaciones que se convocaron en Ramallah, cerca de su casa, en contra de la ocupación israelí de la zona.
Janna empezó a grabar las manifestaciones con el teléfono móvil de su madre mientras iba comentando sobre la marcha las imágenes que grababa. Ayudada e inspirada por otro miembro de su familia, su tío Bilal quien es fotógrafo profesional, la niña integró el activismo y el periodismo en su propia vida, la violencia llevaba años integrada también en su vida y en la de su entorno. Desde entonces Janna lo que hace es mostrar esa violencia a través de su cámara.
Eso es lo que dice Janna a quien le pregunta que por qué lo hace. La niña lo tiene muy claro, está convencida de que faltan informadores en Gaza que cuenten al mundo lo que cada día viven ella, su familia y el resto de personas que habitan los territorios palestinos.
Su madre reconoce que está orgullosa del valor de esta pequeña de 10 años. Igual de orgulloso que su tío Bilal, fotógrafo profesional que acompaña y apoya a Janna en sus grabaciones y después, en el tiempo y el trabajo que supone subir y compartir sus videos en sus redes sociales.
La cámara e internet son las únicas armas que tiene Janna para hacerse ver en un mundo que parece haber preferido girar la cabeza ante la situación en la que miles de niños viven y mueren en Gaza.

Janna se considera a sí misma reportera, ella cuenta y graba con su cámara la realidad que la rodea, su propia vida. Es sólo una niña de diez años, es una voz y unos ojos que muestran como es la Gaza en la que ella vive. Los niños en muchos lugares se han convertido en la única voz que escuchamos y los únicos ojos que al mirarlos, aún remueven nuestra conciencia.
Hace sólo unos meses os hablábamos de Hilde, la pequeña de nueve años que a través de las redes sociales ha creado su propio periódico digital hasta el punto de ir a cubrir un asesinato ocurrido cerca de su casa, dando datos que la policía había pedido a los medios de comunicación que no hicieran públicos.
¿Podemos considerar los dos casos iguales, lo que hace Janna y lo que hace Hilde? ¿Podemos justificar ambas acciones? ¿Podemos defenderlas a ambas con los mismos argumentos?
Como decíamos en aquella ocasión ¿dónde está el límite, en el periodismo que defiende Hilde o el reporterismo que hace Janna?

 

Pokebebés: cada vez más recién nacidos llevan nombres de Pokémon

Ya había padres fanáticos de estos personajes, pero a raíz del lanzamiento del nuevo juego Pokémon Go, la fiebre ha vuelto a subir. La pokemonmanía ha hecho que cada vez más recién nacidos lleven nombres de Pokémon, tanto de la nueva versión del juego como de las versiones anteriores.
La web Babycenter va registrando a través de una encuesta los nombres que los padres planean poner o han puesto a sus bebés, y la tendencia va en alza, especialmente en países de habla inglesa. Nombres como Eevee, Roselia y Onyx están ganando popularidad entre las niñas, mientras que para niños los que más suenan son Ash, Ivy y Shay. También les inspiran nombres como Pikachu, Bulbasaur y Charmander.
Con la fiebre Pokémon que está invadiendo el mundo, es de esperar que en los próximos meses haya una ola de pokebebés con los nombres de los personajes más famosos del juego. Roselia, por ejemplo, (que es el personaje que vemos abajo) ha subido 5.859 puestos en popularidad desde el año pasado.
Según el histórico de tendencias, elegir el nombre del bebé siempre ha ido ligado a la actualidad, a los actores o personajes famosos en un momento determinado de la historia, y sin duda Pokemon está siendo todo un fenómeno de nuestros días.
Un fenómeno a los que muchos futuros papás están enganchados, por lo que estoy segura que los personajes más conocidos encabezarán la lista de nombres que serán tendencia en 2017. ¿Le pondrías un nombre de Pokémon a tu bebé?

 

Otra mamá comparte la reacción de la varicela en su hijo y pide que todos los niños puedan vacunarse

Hace poco más de un mes os hablamos de una madre que compartía la reacción bastante salvaje que el virus de la varicela había provocado a su bebé; ahora otra madre ha decidido hacer lo mismo con el fin de pedir que todos los niños puedan vacunarse contra la varicela después de que su hijo padeciera la que para muchos médicos ha sido la varicela más fuerte que han visto nunca.

Cinco días hospitalizado

Jasper Allen es el nombre de este niño que llegó al hospital con tantas lesiones que acabó siendo hospitalizado. En un primer momento la madre llamó para explicar que su hijo tenía varicela y que creía que podría ser necesario ir al hospital, pero la telefonista le dijo que era normal su preocupación, pero que la varicela no suele necesitar una visita médica porque puede pasarse en casa.
Sin embargo, la madre no consideró que dicha reacción fuera normal y, al ver que la fiebre iba en aumento, acudió igualmente al hospital. Una vez allí, tal y como leemos en Daily Mail, fue considerada por muchos médicos como "la peor varicela que habían visto nunca".
Por ello fue ingresado en el hospital donde recibió tratamiento con antibióticos, antivirales e incluso mórficos para aliviar el dolor que sentía. Algún médico decidió pedirle permiso a la madre para hacer fotos y explicar el caso en alguna revista científica.
En realidad el caso de este niño de dos años es un caso aislado. La mayoría de veces esto no sucede. Sin embargo, puede suceder, y por eso hay padres que prefieren administrar la vacuna. En España las diferentes comunidades autónomas la están incluyendo ya en sus calendarios y, aunque hace un tiempo sólo se ponía si los padres la compraban, para luego ni siquiera tener la posibilidad de hacerlo, ahora la mayoría de niños estarán vacunados gracias a esta medida.

¿Vale la pena vacunar?

En realidad es una enfermedad que normalmente cursa de forma leve y que otorga protección de por vida. Sí que hay algunos casos complicados como este, o como alguno que acaba aún peor, pero son una minoría. La decisión es al final de los padres, así que os dejo con las conclusiones de un estudio publicado en 2003 en Anales de Pediatría Continuada para que tengáis datos al respecto:
  • La varicela es una enfermedad con una morbilidad elevada, habitualmente benigna, pero que presenta complicaciones, a veces graves y que incluso pueden poner en peligro la vida del paciente.
  • Las complicaciones son más frecuentes en algunas poblaciones de riesgo, como los pacientes inmunodeprimidos y con neumopatías o enfermedades cutáneas crónicas, la embarazada (por su afectación embrionaria y fetal), el niño durante el primer año de vida (especialmente en el período neonatal), el adolescente y el adulto.
  • La vacuna induce seroconversión en más del 95% de niños sanos de entre 12 meses y 12 años de edad, y también origina una respuesta celular específica [...] Los estudios realizados en Estados Unidos y en Japón indican una duración de la inmunidad de al menos 11 y 20 años después de la vacunación, respectivamente.
  • Desde la introducción de la vacuna en Estados Unidos en 1995, la incidencia de varicela se ha reducido de manera considerable. Según un estudio realizado en tres poblaciones con coberturas vacunales de entre el 74 y el 84%, se han observado descensos del 71, del 79 y del 84% en todos los grupos de edad.
  • La varicela tiene unos efectos sociales y económicos importantes. Al considerar tanto los costes directos originados por la enfermedad y sus complicaciones como los costes indirectos, generados por el elevado absentismo del escolar o del adulto enfermo y de los padres u otras personas a cargo del cuidado del niño, se observa que la relación beneficio-coste de la inmunización es favorable.


 

Los bebés que molestaban a los políticos

La relación de los políticos con los bebés suele ser fluida y tranquila sobre todo si los políticos están en campaña y además hay cámaras delante. Ser fotografiado con un bebé en brazos o besándolo hace que suba como la espuma la popularidad del político entre los votantes.
Esto cambia cuando el político es Donald Trump. Al candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, le interrumpió su discurso el llanto de un bebé en pleno acto de campaña y aunque primero dijo que no le molestaba, enseguida cambió de opinión y pidió a la madre que se lo llevara del mitín.
El único caso que hemos encontrado en el que un bebé, delante de las cámaras, molestaba a un político, bueno a Donald Trump.
Hemos visto besos y achuchones, pellizcos en la mejilla que pretenden ser cariñosos en bebés ajenos por parte de los políticos cuando estos están en campaña.
Hemos visto hasta bebés de los propios políticos en el Congreso de los diputados, acompañando a su madre a prometer su cargo. Como el bebé de Carolina Bescansa el primer día de la pasada legislatura.
Hemos visto hasta collejas a hijos propios de candidatos, algo más mayores por los comentarios que hacen delante de los micrófonos.
Lo que no habíamos visto hasta ahora era que un candidato en campaña expulsara de un acto electoral a un bebé por llorar, es evidente que le hacía perder el hilo de su discurso. El candidato es Donald Trump y aunque empezó quitándole hierro al asunto por aquello de las cámaras que tenía delante, al final… no lo pudo o lo quiso evitar.
Al principio el candidato republicano, Donald Trump, como hubiera hecho cualquier otro político en su lugar, trató de empatizar con la madre que había ido a escucharle al mitín que daba en Virginia y que intentaba sin éxito calmar el llanto de su hijo.
Bastaron dos minutos de llanto del pequeño para que Donald Trump volviera a perder el hilo del discurso que estaba dando a sus seguidores, lo que fue más que suficiente para hacer cambiar de opinión al candidato. De tranquilizar a la madre pasó a indicarla que mejor se fuera con su niño y los llantos de este a otra parte.
“En realidad sólo estaba bromeando, puedes llevarte a este bebé de aquí.” Parece que sólo estaba bromeando con el “no te preocupes” que le había dicho antes, es evidente.